martes, 16 de septiembre de 2008

La bandera se tiñó nuevamente de sangre

La patria está de luto.

Este 15 de septiembre ocurrió una tragedia sin precedentes en México. A las 23:05 horas, connacionales sufrieron un atentado en la ciudad de Morelia, Michoacán durante los festejos del 198 Aniversario de la Independencia en nuestro país.

Cuando miles de familias morelianas se disponían a celebrar el grito unos cobardes lanzaron dos granadas de fragmentación en contra de la sociedad civil que se encontraba frente al Palacio Municipal de la esa ciudad.

Estos traidores a la patria asesinaron a siete mexicanos y lesionaron a más de cien mientras, gustosos, festejaban a los héroes que les dieron libertad. Mientras familias completas se encontraban disfrutando su independencia y su mexicanidad.

Estos enemigos de la nación, se lanzaron en contra no de un gobierno partidista, no de una ciudad, sino de la república de civiles mexicanos a quienes les quitaron la vida. Ellos ofendieron a un país que se ha caracterizado por no atacar a ningún otro, por albergar a gente amable, trabajadora, que siempre está dispuesta a extender los brazos cuando otros lo necesitan.

Estos criminales se atrevieron a ofender una fiesta de júbilo nacional, un momento en que los mexicanos manifiestan su orgullo por pertenecer al suelo que los vio nacer, a la tierra que les da trabajo y al espacio en este mundo que heredarán a sus hijos.

Estos canallas han lastimado no sólo a los dolientes, familiares de todos los lesionados, sino que estos malditos terroristas han atacado al corazón de todo el país.

Esta gente sin escrúpulos pretende generar terror, miedo entre los habitantes. Quieren hacer un ambiente de incertidumbre y desconfianza hacia las autoridades. Pero los ciudadanos mexicanos demostrarán que a pesar de haber asesinado a miembros inocentes de nuestra comunidad, estarán ahí, trabajando en pro de la nación. Porque este bello país no puede seguir bajo estas circunstancias y la única forma de manifestar el repudio a estas acciones es no quedándose callados. Hagamos eco en apoyo a nuestros gobiernos para decir que ya basta de estas atrocidades.

Los mexicanos trabajadores somos más que ellos. Somos mayoría los que anhelamos el vivir en armonía y paz.

Mexicanos al grito de guerra, unámonos en contra de estos malnacidos delincuentes.

Mexicano: Gustavo Tirado

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